Demostrar Solvencia Técnica en Proyectos de Ingeniería
¿Te has preguntado alguna vez si la empresa de ingeniería que piensas contratar tiene solvencia técnica para realizar el trabajo que le estás demandando? Los trabajos de ingeniería en ocasiones salen de la línea de lo general, derivando a proyectos muy concretos y en los que se necesitan conocimiento, experiencia y herramientas muy concretas para poder desarrollarlos de forma correcta. No es para nada descabellado solicitar a la empresa de ingeniería a la que estás pidiendo un presupuesto que justifique como y con qué medios tienen previsto desarrollar el proyecto. Es decir, que te demuestren solvencia técnica.
La solvencia técnica en las empresas de ingeniería se refiere a la capacidad de estas empresas para demostrar su experiencia, conocimientos, y recursos (tanto materiales como humanos) necesarios para ejecutar contratos, especialmente en el contexto de contrataciones públicas. Esta solvencia actúa como un historial de la empresa, similar a un curriculum vitae, mostrando para quién ha trabajado, cuándo, dónde y cómo, garantizando así que los contratos públicos sean realizados por empresas especialistas y con la experiencia requerida.
Demostrar solvencia técnica en contrataciones
La acreditación de la solvencia técnica es obligatoria en contratos que superen ciertos montos económicos, como 80.000 euros para obras y 35.000 euros para otros tipos de contratos. Los criterios para demostrar la solvencia técnica incluyen trabajos o servicios previos similares al objeto del contrato, personal y unidades técnicas, infraestructura técnica, titulaciones profesionales, entre otros. No es necesario cumplir con todos los criterios listados, pero la administración suele enfocarse en la relación de trabajos similares realizados por la empresa.
Además, para contratos de obras de un valor estimado igual o superior a 500.000 euros, se vuelve obligatorio obtener una clasificación como contratista, proceso que evalúa aspectos como la infraestructura y personal de la empresa, experiencia y calidad del personal técnico, herramientas y maquinaria disponibles, y la capacidad económica y financiera de la empresa. Este proceso de clasificación asegura que las empresas tengan la solvencia necesaria para ejecutar proyectos de envergadura, promoviendo así la transparencia y competencia en el mercado.
Evaluación de la Solvencia Técnica en Contratos Públicos
Que se demuestre la solvencia es fundamental para que las administraciones públicas seleccionen contratistas que puedan cumplir con los requisitos del contrato de manera eficiente y efectiva.
Requisitos Legales: Según la Ley de Contratos del Sector Público (LCSP), las empresas deben acreditar su solvencia técnica a través de diversos medios, dependiendo del tipo de contrato. Por ejemplo, para contratos de suministro, es necesario presentar una relación de los principales suministros realizados en los últimos tres años, incluyendo detalles sobre el importe, fecha y destinatario (público o privado) de los mismos.
Procedimientos y Evaluaciones: La LCSP establece que para contratos de obras cuyo valor estimado sea igual o superior a 500.000 euros, las empresas deben estar clasificadas como contratistas. Este proceso de clasificación evalúa la infraestructura, el personal técnico, la maquinaria disponible, y la capacidad financiera de la empresa. Las empresas deben justificar cada tres años el mantenimiento de su solvencia técnica y profesional mediante una declaración responsable.
Medios de Acreditación: La acreditación de la solvencia técnica puede incluir:
- Certificados de trabajos previos: Especialmente aquellos realizados para entidades del sector público, que deben estar visados por el órgano competente.
- Descripción de instalaciones y equipos: Detalles sobre las instalaciones técnicas y la maquinaria disponible.
- Titulaciones del personal: Certificaciones y titulaciones del equipo técnico que participará en el proyecto
Evaluación de la Solvencia Técnica en Contrataciones Privadas
En el ámbito privado, la evaluación de la solvencia técnica es un proceso que puede adaptarse a las necesidades y criterios específicos de cada empresa contratante. A diferencia de las normativas rígidas del sector público, las empresas privadas tienen la flexibilidad de establecer sus propios estándares y métodos para determinar si una empresa contratista posee la capacidad técnica necesaria para ejecutar un proyecto.
Flexibilidad en la Evaluación
Criterios Personalizados: Las empresas privadas pueden diseñar sus propios criterios de evaluación basados en las necesidades específicas del proyecto. Esto incluye:
- Relevancia de la Experiencia: Evaluar proyectos anteriores que sean directamente comparables con el nuevo contrato.
- Capacidades Técnicas Específicas: Identificar competencias técnicas particulares que son cruciales para el éxito del proyecto.
Proceso de Evaluación: El proceso de evaluación puede variar considerablemente y puede incluir:
- Propuestas Técnicas Detalladas: Solicitar a los contratistas potenciales que presenten propuestas detalladas que aborden cómo planean ejecutar el proyecto, qué recursos utilizarán y cómo gestionarán los riesgos.
- Visitas a Instalaciones: Realizar visitas a las instalaciones del contratista para verificar in situ las capacidades técnicas y organizacionales.
- Entrevistas con el Equipo Técnico: Entrevistar al personal clave para evaluar su competencia y experiencia específica.
Métodos de Acreditación
Portafolio y Casos de Estudio: Las empresas contratistas pueden presentar un portafolio con estudios de caso que demuestren su experiencia en proyectos similares, detallando los resultados alcanzados y los desafíos superados.
Certificaciones y Estándares de Calidad: Acreditaciones como las certificaciones ISO y otras normativas de calidad internacional pueden servir como prueba de la solvencia técnica y el compromiso con la excelencia.
Innovación y Tecnología: Evidenciar la utilización de tecnologías avanzadas y prácticas innovadoras que mejoren la eficiencia y la calidad del proyecto.
Ventajas de la Evaluación Personalizada
Adaptabilidad: La flexibilidad en la evaluación permite a las empresas privadas adaptarse rápidamente a las necesidades cambiantes del mercado y del proyecto, seleccionando contratistas que no solo cumplan con los requisitos técnicos, sino que también aporten valor añadido a través de la innovación y la experiencia.
Enfoque en Resultados: Un enfoque personalizado permite a las empresas privadas centrarse en los resultados y en cómo un contratista puede contribuir al éxito global del proyecto, más allá de cumplir con criterios predefinidos.
La determinación de la solvencia técnica en contrataciones ofrece una flexibilidad considerable para las empresas contratantes, permitiéndoles establecer y adaptar los criterios y procesos de evaluación a sus necesidades específicas. Este enfoque personalizado facilita la selección de contratistas que poseen las capacidades técnicas necesarias y que pueden aportar innovaciones y soluciones específicas que beneficien al proyecto en su totalidad.
Resumiendo
En conclusión, la solvencia técnica es un criterio indispensable tanto en las contrataciones públicas como en las privadas, aunque su evaluación y acreditación se manejan de manera diferente en cada sector. En el ámbito público, la Ley de Contratos del Sector Público (LCSP) establece normativas estrictas y procedimientos formales que requieren la presentación de certificados de trabajos anteriores, titulaciones profesionales y detalles sobre los recursos técnicos y materiales disponibles. Esta rigurosidad busca asegurar que los contratistas seleccionados tengan la capacidad técnica adecuada para ejecutar proyectos de alta calidad, garantizando así la transparencia y competencia en las adjudicaciones.
Por otro lado, en el sector privado, la flexibilidad es clave. Las empresas tienen la libertad de definir sus propios criterios y métodos de evaluación, adaptando los requisitos a las necesidades específicas del proyecto. Esta adaptabilidad permite un enfoque más personalizado y orientado a resultados, facilitando la selección de contratistas que no solo cumplan con los requisitos técnicos, sino que también aporten innovaciones y soluciones efectivas.
En definitiva, la esencia de demostrar solvencia técnica en cualquier sector sigue siendo la misma: asegurar que los contratistas posean la capacidad técnica necesaria para llevar a cabo proyectos de manera eficiente y exitosa. Así, tanto en el ámbito público como en el privado, la correcta evaluación de la solvencia técnica es fundamental para el éxito y la calidad de los proyectos.