La protección contra incendios pasiva se refiere a las medidas estructurales implementadas para minimizar los riesgos de daños causados por incendios en entornos industriales. Estas medidas incluyen la seguridad de las personas que se encuentran en el edificio y la prevención de pérdidas financieras debido a daños en la construcción.
Los sistemas pasivos de protección contra incendios se basan en implementar ciertas técnicas constructivas en las edificaciones que limitan la propagación de las llamas y el humo. Además, se aplican materiales especiales que permiten a las estructuras soportar durante más tiempo los daños provocados por un incendio. Esto proporciona un margen de tiempo adicional para que un edificio sea evacuado de manera segura.
Estrategia pasiva de protección contra incendios
La naturaleza exacta de una estrategia de protección contra incendios variará según el edificio en sí, así como de las características particulares de la industria en la que se encuentre. La protección pasiva contra incendios se implementa para evitar el inicio de un incendio o limitar su propagación una vez que se ha producido. Algunas de las técnicas comunes utilizadas en esta estrategia incluyen:
- Aislamiento térmico: Se utilizan materiales aislantes térmicos para evitar que el calor y las llamas se extiendan.
- Ventilación: Se proporcionan sistemas de ventilación controlados para extraer el humo y los gases tóxicos del edificio.
- Ignifugado: Se aplican tratamientos químicos para prevenir o retrasar la combustión en los materiales.
- Sistemas de detección y alarma de incendios: se instalan detectores de humo y alarmas para detectar un incendio temprano.
- Accesos y salidas: Se proporcionan accesos y salidas adecuadas para facilitar la evacuación en caso de incendio.
- Capacitación de los trabajadores: Capacitar a los trabajadores sobre los riesgos de incendio y cómo prevenirlos.
La estrategia pasiva es complementaria a la estrategia activa, que se refiere a las medidas tomadas para combatir el fuego una vez que se ha producido.
Ignifugado de estructuras metálicas
El acero es conocido por ser un material altamente resistente e incombustible, es decir, no se quema fácilmente. Sin embargo, su estructura molecular es vulnerable a la descomposición cuando se expone a temperaturas extremadamente altas. Si una estructura metálica, como un edificio o una nave industrial, no está protegida contra incendios, su resistencia estructural puede disminuir significativamente cuando se expone a altas temperaturas. Esto aumenta el riesgo de colapso en caso de incendio. Aunque el acero es resistente al fuego, es necesario tomar medidas para proteger las estructuras metálicas contra incendios, ya que la exposición prolongada a altas temperaturas debilitará la estructura.
Para retardar la acción del fuego es ampliamente utilizado el mortero ignífugo proyectado. Se trata de un revestimiento aplicado mediante proyección mecánica que se emplea para proteger estructuras de acero y hierro contra el fuego. Está compuesto por una mezcla de cemento, agua, y aditivos químicos que le confieren propiedades ignífugas. Al ser proyectado, se aplica en capas gruesas y uniformes, lo que permite cubrir grandes áreas de forma rápida y eficiente, aportando un alto grado de protección a estructuras metálicas.
Ignifugar una nave industrial es un requisito indispensable para poder ejercer su uso. Según la normativa vigente en lo referente a la protección contra el fuego, las medidas que se llevarán a cabo serán según la actividad que se vaya a realizar en el local o nave, y según los elementos en los que está construido el edificio y por lo general son vigas de hierro o de acero o pilares de hormigón.
Comportamiento del acero ante el fuego
El acero es un material que sufre cambios significativos cuando se expone a altas temperaturas. A medida que la temperatura aumenta, se reduce su resistencia y su límite elástico, lo que significa que se vuelve más débil y se deforma más fácilmente antes de romperse. Esta característica se conoce como la fase plástica del acero, la cual es especialmente importante a tener en cuenta en situaciones donde el acero se expone a altas temperaturas, como en un incendio.
La temperatura crítica es el punto en el que el acero ha alcanzado una capacidad portante igual a las cargas que actúan sobre él. En otras palabras, es la temperatura a la cual el acero deja de ser capaz de soportar cargas adicionales sin sufrir daños. Esta temperatura crítica es esencial para determinar la resistencia del acero en situaciones de alto calor y, por lo tanto, es crucial tener en cuenta en la planificación y diseño de estructuras metálicas.
La capacidad portante del acero disminuye significativamente a medida que se acerca a la temperatura crítica, por lo que es esencial tomar medidas para proteger las estructuras metálicas contra incendios mediante el uso de revestimientos ignífugos, compartimentación estanca, y sistemas de ventilación controlada para minimizar el riesgo de colapso y asegurar la seguridad de las personas y los bienes.
Normativas de seguridad contra incendios
Depende del país o región en el que se encuentre la nave industrial, pero en general las normativas de seguridad contra incendios requieren que se protejan las instalaciones industriales frente al fuego. Es fundamental cumplir con las regulaciones locales en cuanto a protección contra incendios, lo que incluye el empleo de medidas pasivas para prevenir o retrasar la propagación del fuego.
Antes de aplicar estos sistemas contra incendios en naves industriales, es recomendable consultar empresas especializadas en sistemas de protección contra incendios, para asegurar cumplir con las regulaciones locales.
En España, el Real Decreto 2267/2004 establece las regulaciones sobre seguridad contra incendios en establecimientos industriales. La protección contra incendios (PCI) en naves industriales es esencial para garantizar la seguridad de las personas que trabajan en ellas y para evitar las graves consecuencias de un incendio en un edificio de este tipo.
En las naves industriales y en la mayoría de los entornos industriales suelen existir gran cantidad de material altamente inflamable, por lo que es especialmente valioso contar con un sistema de protección contra incendios adecuado. Además, el sistema de protección debe ser instalado y mantenido por una empresa homologada para garantizar que cumple con las regulaciones actuales.
Sistemas pasivos de protección contra incendios correctamente aplicados
Un sistema contra incendios correctamente aplicado debe ser capaz de, en caso de que se inicie un incendio, dejarlo confinado en el compartimento donde se ha producido. Para esto, cada ranura, grieta o unión debe quedar sellado contra la propagación de las llamas y el humo. Los materiales utilizados en la protección pasiva y denominados intumescentes se expanden ante la presencia de calor y sellan cualquier grieta que quede al derretirse otro elemento. Este comportamiento en los materiales intumescentes retarda el colapso de la estructura y aporta el tiempo suficiente para poner a salvo a todos los ocupantes del local.